jueves, 28 de junio de 2007

LOS CINCO ERRORES DE CALDERÓN

A día de hoy, el Real Madrid es una entidad atrapada, atrapada en sí misma”; con esta lacónica expresión resumía ayer un compañero de trabajo merengue la situación actual de su amado club. La experiencia no es en absoluto desconocida para el F.C. Barcelona donde -en un pasado nada lejano-, ya se vivió una circunstancia similar: elegir para el puente de mando a un presidente “del viejo estilo” nunca ha sido una buena solución. Así es como Joan Gaspar accedió a la presidencia del Barça y así es como, poco más de dos años después, concluyó el experimento: el dirigente presentó su dimisión al cargo no sin antes haber acabado, primero con las arcas blaugranas, después con la estructura de una buena plantilla (y varios entrenadores) y finalmente con la estabilidad social (y la infinita paciencia) del club. Pero hoy, mientras Laporta & Cía. aprovechan el lamentable final de temporada barcelonista para reformular un nuevo equipo, el último campeonato de liga conseguido por el Real Madrid parece no haber sino añadido nuevas dificultades al castigado crédito de los gestores de Concha Espina. Ante tal situación, ¿cuales serían los motivos fundamentales que explicarían esta contradicción?; a mi modo de ver deberíamos considerar cinco puntos:

1. Cuestión institucional. No hay entidad deportiva, por importante que ésta sea, que resista el desgaste producido por tener una presidencia cuestionada desde del punto de vista electoral. Suficientes son ya las dificultades y exigencias propias de clubs como Barcelona o Madrid (en áreas tan complejas como la deportiva, financiera, márketing, social, etc), como para añadir la pesada mochila de las sospechas públicas respecto a un confuso proceso electoral entre el ganador y el resto de candidatos (Arturo Baldasano, Juan Palacios, Lorenzo Sanz y Juan Miguel Villar Mir), aliñado con la interposición de diferentes denuncias judiciales, por no mencionar las presuntas compras de votos -confesiones televisivas incluídas-. Está claro que por el bien de la institución y sea cual sea el resultado final de la cuestión, la masa social del Real Madrid haría bien en exigir que se tomaran las medidas necesarias para que cualquier futuro proceso electoral -que en definitiva no es más que la expresión de la voluntad de los propietarios del club-, no pueda estar sometido a este tipo de bochornosas manipulaciones.

2. Régimen presidencialista. Durante la campaña electoral, la totalidad de candidatos a la poltrona del club presentaron en su ticket electoral a su equipo directivo donde figuraban directores técnicos y entrenadores de todas las tendencias y estilos.
El discurso, igualmente compartido por todos ellos, hablaba de la organización interna en diferentes secciones donde sólo los profesionales contratados tomarían las decisiones correspondientes a sus atribuciones. Pero la realidad está demostrando que don Ramón no sólo ha traspasado la línea roja que él mismo marcó, sino que a tenor de la reciente destitución del entrenador Fabio Capello -y el conjunto de declaraciones realizadas durante los últimos meses-, cabe deducir que Calderón ha prescindido de las valoraciones de quien fue específicamente designado para tales menesteres, es decir, su director técnico, Pedja Mijatovic. A este respecto resulta particularmente significativo la forzada precisión que el implicado y la página web del Real Madrid ha incluído hoy: "la junta directiva siguió el criterio deportivo de Pedja Mijatovic".

3. Política de fichajes. Si uno contrata un técnico cuyas tácticas se basan en la contención defensiva, es difícil imaginar cómo pueden tener encaje los jugadores -puramente ofensivos- que durante el último año han trascendido, en boca presidencia, como principales objetivos. Pero aún en el caso que dichos jugadores se adaptaran al estilo de juego del equipo -y no hubiera sido ese el primer caso que ello sucede-, es aún más difícil considerar cómo un equipo técnico puede salir a comprar jugadores con unas determinadas características (centrocampistas y mediaspuntas técnicas y ofensivas como Cesc, Kaká o Robben) y regresar con la cesta repleta de defensas (Cannavaro, Cicinho y Marcelo) y centros defensivos de contención (Diarrá y Emerson); sólo Ruud Van Nistelrooy ha respondido a las expectativas con resultados tangibles (pichichi 2007) aunque ello no fue óbice para evitar la crítica más incontenible durante los primeros meses del año.

4. Falta de autoridad directiva. Quizá uno de los puntos más censurables; cuando un entrenador toma una medida tan contundente y extrema como es la de dejar fuera del equipo a un estandarte como David Beckham, ésta debe resp
onder a un acto grave del jugador y estar plenamente justificada; en caso contrario se corre el riesgo de causar un perjuicio a la honradez del profesional. En cualquier caso, esa decisión es algo que trascendería las propias funciones del entrenador y debería tomarse por los niveles directivos más elevados. En todo caso parecería irresponsable la facilidad con la que, este tipo de sanciones, se han podido tomar en el Real Madrid; la misma facilidad con la que se han retirado semanas más tarde. Y por simple comparación resulta igualmente criticable la contundencia del castigo cuando un jugador decide no renovar contrato por el club -oferta que al parecer nunca emitió el club- y la extremada tibieza con la que se castigó a otros jugadores de quienes se tenían serias dudas en la claridad de su condición físico-psíquico (Ronaldo y Robinho).

5. Modelo futbolístico. El mismo éxito que supone la conquista del título de liga es el que, irónicamente y por encima de los puntos anteriores, ha situado al club en una posición significativamente incómoda. Los pésimos resultados de las temporadas anteriores definieron en el seno de la candidatura calderoniana un objetivo principal: títulos por encima de todo. Para ello, se decidió la contratación de un técnico de reconocido prestigio cuyo curriculum exhibía dos características básicas: fútbol rocoso y títulos. En este sentido, no ha existido margen a la sorpresa: Mijatovic sabía la opción que proponía (si es que ha sido decisión suya, claro), Calderón conocía los riesgos a los que se exponía y Capello, el hoy destituído técnico, ha respondido a lo esperado sin engañar a nadie. Entonces, ¿dónde estaría el problema?. Sin duda en el concepto futbolístico; los grandes equipos europeos nunca han vivido del peso total de la hojalata acumulada en sus vitrinas, sino del buen sabor de boca que la calidad del juego desplegado ha dejado no sólo en la afición propia sino también en la rival. La discusión del binomio “jogo bonitofrente a “resultados” ha sido objeto de los más falaces argumentos y ha causado un daño a la propuesta futbolística que algún día debería ser cuantificado; cuántas plantillas se han visto obligadas a priorizar por encima de sus propias calidades, el efectivo patadón hacia arriba que el pase al desmarque!. El hecho indudable es que un partido dominado por un equipo que practica buen fútbol, acabará siendo ganado por éste. En el peor de los casos puede que empate o pierda, incluso no descartaría que alguna de esas derrotas sea por una escandalosa goleada; pero a un plazo medio o largo, sin duda los resultados llegarán. En cambio, el planteamiento de Capello durante esta temporada ha sido fiel imagen de su filosofía del balón: victorias apuradas, resultados cortos, silbidos en el estadio (incluso en el último partido de liga), pundonor, entrega, arrojo y un rival confiado. Esos son los condimentos más puros con los que el cheff Fabio ha preparado sus platos; dado que así ha sido, ¿porqué cesar a alguien que ha cumplido exactamente con lo esperado?.

Encuesta en www.marca.com

La única explicación plausible es que Ramón Calderón confiaba en sujetar la polémica que cuestiona ya la legalidad de su cargo hasta que el equipo cosechara buenos resultados. Finalmente ha descubierto que el sabio público del Bernabéu no se contenta exclusivamente con títulos sino que exige un nivel de juego acorde con la historia y la entidad del club. Por lo tanto, el timón deportivo debe cambiar su rumbo 180 grados. La nave merengue espera que su capitán no acabe como en el Bounty.

1 comentario:

Göres dijo...

Buenas compañero. Primero de todo felicitarte por el blog y por el análisis acertado de la situación blanca. Del punto uno te diré que Ramón Calderón es el presidente legítimo del Real Madrid. El voto por correo fue anulado y por tanto, toda la polémica que ha levantado telecinco no resta legitimidad a Calderón, que recordemos, ganó en el voto presencial. Ahora bien, creo que una vez se hayan modificado los estatutos, el máximo mandatario blanco debería convocar elecciones. Pero que Villar Mir y Lorenzo Sanz no vengan a dar lecciones de nada, que ya les conocemos. Del punto 2, todos los presidentes meten mano en el aspecto deportivo. Schuster decía el otro día que Ángel Torres era quien fichaba en el Getafe. Por mucho que el presidente diga yo haré lo que diga Mijatovic, él quiere ser partícipe de lo que sucede. El fichaje de Schuster es suyo, y si sale mal, los pitos serán para él. La política de fichajes la condicionó Capello. El verano pasado Fabio dio prioridad al fichaje de Diarra ante el de Kaká. Emerson y Cannavaro son peticiones suyas. Para mí es más atractivo un proyecto con Cesc, Kaká y Robben que con Emerson, Cannavaro y Diarra... De la falta de autoridad, te diré que castigar a Helguera y Beckham fue un error, pero que la venta de Ronaldo fue un gran acierto (Robinho desde entonces mejoró). Para terminar, el estilo de juego de Capello no ha gustado en el Bernabéu, y por eso se le destituye. Él ha cumplido con los objetivos marcados pero este año ya no hay una emergencia de títulos, sino de recuperar lo que teníamos con Zidane, Figo y Ronaldo, aquel buen juego que hasta no hace mucho lo tenía el Barcelona y que este año lo ha tenido el Sevilla.

Te linkeo.

Un saludo desdelacibeles.blogspot.com