Todo estaba preparado para ayer por la noche, 29 de agosto de 2007. El fichaje de Thierry Henry tenía como un único objetivo la llegada de ayer. Ni los 4 magníficos, fantásticos, sobrenaturales -o como se les quiera llamar-, ni monsergas. Inútiles polémicas en las rádios, votaciones estúpidas en los periódicos on-line y preocupaciones superfluas dentro y fuera del Nou Camp. Se acabaron las memeces.Hoy es el día en que la labor de Txiki Beguiristain cobra valor. El día en que uno de los delanteros titulares del F.C. Barcelona se lesiona. Dos meses han dado de baja a Samuel Eto'o y sino fuera por el trabajo de la secretaría técnica, los clamores contra una escasa planificación deportiva se estarían elevando, a estas horas, por encima de la Ciudad Condal. Con Bojan jugando su mundial -probable revelación?-, el equipo debería echar mano de gente como Ezquerro -con dos piés y un brazo fuera del club- o Gudjhonsen.
Por otro lado y a pesar del buen balance que pretemporada y Gamper arrojan (aunque no tanto en juego como sí en resultado), me parece que un hecho ha quedado probado: el Barça no es el Barça si debe alterar el esquema táctico o resituar a jugadores. Eto'o en la banda es el peor de los juveniles; Ronaldinho de media punta por el centro es el colapso de un balón rápido y fluído. Por tanto, la lesión de Eto'o debe suponer la entrada de Henry, en su tradicional posición de delantero por la izquierda o, porqué no?, de delantero centro.
Es para eso que lo fichamos, no?
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