miércoles, 5 de septiembre de 2007

DESPROPÓSITOS

La Real Federación Española de Fútbol, presidida por el ínclito Ángel María Villar, decidió ayer rechazar la autorización solicitada por la Federació Catalana de Fútbol, para la celebración de un encuentro amistoso entre las selecciones de Catalunya y los Estados Unidos. El motivo aducido por la RFEF fue que el día pactado del amistoso coincidía con las llamadas "fechas FIFA" y, por tanto, no había lugar. Para el neófito será pertinente explicar que dichas "fechas FIFA" son los días que el órgano mundial marca para la celebración de diferentes partidos internacionales; por tanto, la finalidad última es la de garantizar que todos los convocados dispondrán de esos días libres de compromisos por si debieran formar parte de la selección nacional.

La medida, siendo totalmente legal, no viene sino a suponer un nuevo agravio ante la petición catalana. El sinsentido llega a tal extremo que incluso los motivos aducidos se muestran totalmente faltos de justificación. La Federació Catalana –por medio de su actual seleccionador Pere Gratacós-, se comprometió a emitir una convocatoria en donde no figurara ningun jugador catalán que hubiera sido incluído en la lista que la selección española emitiera. Y tal es el objetivo que busca las "fechas FIFA", por tanto, no tendría razón de ser una primera negativa. Pero tal extremo de incompetencia aún puede extenderse hasta el ridículo: se deniega la petición por el simple hecho de la existencia de la "fecha FIFA", olvidando su motivación.

También en este punto queda patente la voluntad de la RFEF: en un mínimo de dos ocasiones anteriores, diferentes selecciones jugaron partidos contra terceras federaciones sin que la Federación Española de Fútbol se opusiera. Sólo cabe pues una explicación que puede hacernos entender la negativa de la RFEF: sí, efectivamente la política se mezcla con el fútbol.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

y los jugadores no dicen nada ? con que selección quieren jugar ?

Jordi, dijo...

Hola Fernando,

A los jugadores no se les ha preguntado por la sencilla razón de que el problema no es a quien se está convocando. Como se explica en el artículo, la selección catalana no convoca a jugadores que lo estén por la española.

De hecho y si llegara el caso, un jugador no está en disposición de elejir entre la española o la catalana porque según una ley vigente, si alguno se niega a jugar con la española (en ese caso sería si elijiera la catalana), sería sancionado.

Como todo en la vida estas cosas se pueden llevar con tacto o a ostias. El caso de Oleguer es ejemplo de lo primero. Luis Aragonés lo convocó a una especie de "cita de seleccionados" y allí Oleguer le comunicó que no deseaba jugar con la española. Quedó entre ellos, el entrenador se ahorra un marrón y al jugador no se le sanciona.

Saludos,

Göres dijo...

Me parece mal que no dejen jugar a Catalunya. Fernando, los jugadores son los que menos pintan, porque ellos no pueden alzar la voz porque sin fueran mal dadas se quedarían solos. A mí lo que me sorprende es que Laporta votara en contra de la selección catalana... eso sí que es un sinsentido.

Un saludo desdelacibeles.blogspot.com

Jordi, dijo...

Por lo que parece göres, Laporta no votó contra la celebración del partido. De hecho no asistió a la reunión; él dice que porque en la convocatória no estaba anotado este punto, otros dicen que sí constaba. No sé, ya es cosa de creerse a unos o a otros... con lo fácil que sería que alguno de los presentes enseñara el papelito. Una de esas polémicas estúpidas.

Saludos,