domingo, 9 de septiembre de 2007

ENTRENADORES?

No lo acabo de entender. En el mundo empresarial, cualquier directivo es valorado por los resultados tangibles que se han conseguido bajo su mandato. Y cuando alguno de ellos se queda sin trabajo, deberá convencer más que con palabras, con hechos de su valor profesional. Pero esto no sucede en el mundo del fútbol. Año tras año vemos como un reducido grupo de entrenadores se van repartiendo los clubs de primera división. Unos años en el equipo A, otros en el B y otros en el C -normalmente con un tiempo de descanso entre estos cambios-, pero el hecho cierto y comprobable es que los banquillos de primera división parecen reservados siempre a los mismos con independencia de si éstos tienen un curriculum brillante o han acumulado en los últimos años algún resultado como entrenadores que los haga merecedores de ocupar tal trabajo.

Por tanto, la crítica va dirijida no estos preparadores -que en su derecho están de ganarse el pan como puedan-, sino de esos presidentes de club o directores técnicos cuyas decisiones están espléndidamente pagadas pero que, con razones en la mano, merecerían un despido inmediato. Como muestra un boton: uno no se explica qué méritos pueden ser valorados por el Deportivo de la Coruña para tomar la decisión de fichar para esta liga a un entrenador como Miguel Ángel Lotina. El curriculum del bueno de Lotina sólo puede mostrar una Copa del Rey ganada en el año 2006 con el Espanyol de Barcelona. Pero en su contra debemos considerar que de los tres últimos equipos que ha entrenado, 2 descendieron a segunda división (Celta y Real Sociedad) y otro se salvó en el minuto 90 (Espanyol).

Una de dos, o es cierto el rumor que corre en el mundo del fútbol según el cual el entrenador poco o nada influye en un equipo (entonces sería ya hora de prescindir de un cargo costoso) o algunos de ellos se limitan a esperar que la suerte, la fortuna o la casualidad les encumbre de nuevo hasta las mieles del triunfo. Es hora que las incompetentes directivas den un paso al frente y otorguen la oportunidad de triumfar a tantos buenos entrenadores que esperan una ocasión de demostrar su valía.

2 comentarios:

Göres dijo...

Es cierto que los entrenadores van rondando. Creo que en un equipo lo más importante no es el míster. Si los jugadores no ayudan... Lo que les pasa a las directivas es que tiene miedo a dar oportunidades a técnicos buenos. Por eso Calderón prefirió a Capello antes que a Schuster. Creo que es una apuesta valiente la del Getafe, que da oportunidades a técnicos noveles como el antes citado Schuster o Laudrup. Hay algunos entrenadores que marcan la diferencia por sus ideas o métodos de trabajo, léase Capello, Benítez, Mourinho. No me vale en este aspecto los Del Bosque, Rijkaard u otros tantos que han ganado con equipos a los que hasta yo les puedo sacar partido.

Un saludo desdelacibeles.blogspot.com

Jordi, dijo...

Göres,

Estoy de acuerdo y no estoy. En el miedo de las directivas a dar oportunidades a nuevos entrenadores, sí. En las oportunidades que dan los equipos pequeños, sí i no; creo que obligación impone (pagan poco dinero, por tanto, tienen contratar un nivel de entrenadores más bajo). En cuanto a Del Bosque y Rijkaard creo que no son homologables (y entiendeme, no me dejo influenciar por los colores): El Del Bosque de ahora no tiene nada que ofrecer -salvo ir a la selección que es el cementerio de los elefantes-; estuvo bien en su etapa del Madrid pero qué resultados ha obtenido posteriormente?, malos. Es fácil ahora decir que Rijkaard no tiene mérito pero de momento es un entrenador que justifica lo que vale (excepto la última temporada). Otro caso, Lopez Caro; el Madrid apostó por él (por necesidad otra vez) y salió rana; pero desde entonces, se ha ganado seguir entrenando en primera?.

Saludos,