ES DIFICIL SER EL NÚMERO 1

Vivimos tiempos convulsos. El continuado goteo de notícias que supuestamente alimentan y narran -todo a la vez-, el malestar de algunos de los cracks del Barça lleva hoy caudal al pozo de Ronaldinho. La más reciente de ellas insinua que el brasileño habría dado luz verde a su hermano para negociar una incorporación al Chelsea. Lo cierto es que desde que empezó la liga que Dinho se ha convertido en el objetivo preferido de toda la crítica; en él se centran y se concentran aquellos descontentos con un flojo inicio de liga, también los que aún están dolidos por el final de la pasada temporada y -para qué negarlo-, los que desean ver a Laporta morder el polvo de su mandato. Pero el socio de a pié, de abono fraccionado en el pago, Canal Plus para los partidos fuera del estadio y periódico deportivo de vez en cuando, ¿qué debe pensar de todo ello?.

En ocasiones, observar al mundo blaugrana desde la altura de mi localidad, allá en lo alto de la tercera grada norte, permite salvar el calentón ocasional para analizar los hechos desde un prisma más cerebral: Lo primero que hay que afirmar, sin asomo de duda es que salvo puntuales excepciones -quizá Romario, quizá Rivaldo y pocos más-, Ronaldinho es uno de los mas grandes malabaristas del balón que han pisado césped azulgrana, liga española o Champions. Y ese concepto de "malabarista" siempre incluye el preciosismo de sus acciones, la belleza estética de sus artes y la resolución práctica final; magia debería ser el único adjetivo admisible. Por otro lado es justo reconocer que el Barça debe muchas cosas a Ronaldinho; goles, títulos y jugadas, pero quizás lo más destacable sería el volver a resituar en el concierto internacional a un club que luchaba por retornar a los antiguos laureles. Pero de igual forma el gaucho está en deuda con el Barça; uno puede ser un gran jugador de la liga francesa e incluso participar en la selección nacional (como ya se le recuerda en el Brasil vs Catalunya anterior), pero el reconocimiento mundial sólo llega a Can Ronaldinho de la mano del Barça.

Hoy las dudas respecto a su rendimiento se mezclan con los reproches respecto a una vida nocturna un tanto animada. Pero el socio de mi diestra, el de mi siniestra y yo sabemos que Ronaldinho, como el citado Romario (autor de la frase "si no salgo no meto goles") han frecuentado los mejores locales de la ciudad anteriormente y si entonces no suponía un problema, ahora tampoco debería serlo. Quizá el socio espere una dedicación completa y exclusiva, un sacrificio de un joven de 25 años que correspondiendo al honor blaugrana haga voto de pobreza, castidad y entrega. Yo me conformaría con que jugara bien en el terreno de juego y que luego, hiciera lo que mejor le viniera en gana. Eso sí, el angelito debiera enseñarle a su hermano que ir flirteando con las más bellas princesas de Europa hace perder el cariño de los que te pagan el castillo donde vives.

¿Es recuperable?. Mis esperanzas en retomar al gran Ronaldinho, capaz de hacernos vibrar mientras desmantela una y otra vez la defensa contraria, allá donde lo dejamos son reducidas. Si el problema está en otros integrantes de la plantilla o como se viene diciendo, directamente con Frank Rijkaard, estas posibilidades menguan todavía más. Quizá la falta de decisiones de este verano, el plantear las opciones y las responsabilidades de cada uno de forma directa, traen estos lodos. ¿Qué hacer?. Ronaldinho tiene contrato en vigor y el F.C. Barcelona, si en el transcurso de este final de año las cosas no mejoran substancialmente -otros momentos de divorcio se han vivido para recuperarse posteriormente-, debería plantearse aceptar cualquier oferta que llegara desde el fútbol italiano o británico (a buen seguro que las habrían) por una cantidad no inferior a los 55 millones de euros. Conociendo este planteamiento, la junta directiva debe reconducir la situación en silencio -nada de código interno, sentido común-, limar asperezas y retornar a un Ronaldinho pletórico de forma y moral; a alguien se le ocurre mejor notícia para nuestros rivales en España y en Europa que el abandono de la primera plantilla del brasileño?.

Una última recomendación. La cantera del Barça parece funcionar, Xavi, Iniesta, Valdés y Messi son buena prueba de ello. Pero los Giovani & Bojan, a pesar de las maneras que apuntan, aún son jóvenes inexpertos luchando por conseguir un lugar en el equipo reserva del F.C. Barcelona; no corramos el riesgo de atribuir condiciones y facultades futuras a chavales que aún son proyectos de grandes futbolistas. Los títulos, hoy por hoy, los ganan gente como Deco, Ronaldinho, Eto'o, Xavi o Márquez; cada uno en su sitio.

Como acertadamente escribe Johan Cruyff hoy en El Periódico: Ronaldinho, "recupérate y punto".