
Cada semana se realizarán dos quinielas: la primera apuesta sencilla será rellenada de un modo totalmente aleatorio (de momento y por vergüenza propia, me reservo explicar la mecánica elegida). La segunda, fruto de mis intuiciones, tendrá normalmente 4 dobles aunque se admite la variación (a la alza o a la baja) en función de las necesidades psicológicas o económicas del productor (o sea, el que pone la pasta), en este caso, también yo.
Si la estadística y la probabilidad no mienten, debería tener un índice de aciertos mayores en la segunda apuesta (por conocimientos futbolísticos y, no nos engañemos, por número mayor de apuestas), AUNQUE debería esperar mejores rendimientos económicos de la primera dado su carácter aleatorio, por tanto, poco probable, ergo, mejor premiado.
On va voire...
1 comentario:
Curioso esto de las quinielas. Yo dejé de hacerlas cuando vi un reportaje de un hombre que llevaba 70 años haciéndolas y no le había tocado nunca...
Un saludo desdelacibeles.blogspot.com
Publicar un comentario